QUIERO TENER UN BLOG

CINCO ERRORES QUE NO DEBES COMETER AL CREAR UN BLOG

Imagino que si llegaste hasta aquí es porque tienes en mente crear un blog.
O quizás ya lo creaste y quieres saber si estás haciendo las cosas bien. ¡Genial! Estás en el lugar correcto.
Hoy te voy a hablar de 5 errores muy comunes que suceden al crear un blog o un proyecto digital.

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Errores comunes al crear un blog

Hace varios años atrás, antes de estudiar diseño web y marketing digital cree mi primer blog. Comence buscando tutoriales en Internet, leyendo otros blogs y haciendo todo a prueba y error.

En aquel momento, no había tanta información como hoy y yo era una principiante que quería tener un blog de viajes a modo de hobbie.

Ufff, ahora pienso en esos errores de principiante y un poco me río. Cosas que hoy para mi son pavadas, pero que quizás, si las hubiese hecho bien desde el principio me hubiese ahorrado muchísimo tiempo y estrés.

Si pudiese viajar al pasado le diría a la Jimena de ese momento “Equivocate mucho, vas a aprender, pero estas cinco cosas tratá de evitarlas por que a la larga van a ser un dolor de cabeza

Pero bueno, creo que todavía no se puede viajar en el tiempo, así que me conformo con ese aprendizaje y con aconsejarte a vos, que recién estás empezando. O que ya empezaste pero no con el pié derecho.

A vos te digo. Vos que tenes la posibilidad de hacer las cosas bien desde cero, lee esto y repensá tu proyecto. Volvé unos pasitos para atrás y corregí estos errores. Te aseguro que a largo plazo te vas a dar cuenta por qué te lo digo.

¿Qué errores no hay que cometer al comenzar a crear un blog?

Es difícil elegir sólo cinco, porque fueron miles. Es normal. Todo esto es ensayo y error. Es hacer las cosas mal y aprender de eso constantemente. Pero creo que estos fueron los errores que, a la larga, más me costaron.

1 – NO DEFINIR BIEN MI PROYECTO:

El peor error de todos, por eso lo pongo primero.

Cuando comencé con mi blog de viajes primero lo hice como un hobbie, y tiempo después decidí que quería vivir de eso para poder viajar y trabajar desde cualquier lado.

Hasta el momento en donde eso fue un hobbie, estaba todo bien. Simplemente tenía que escribir cuando quería, subir fotos a Instagram y charlar con otros viajeros.

Ahora, no es lo mismo un hobbie, que tener un blog profesional.

¿Para qué quiero un blog profesional? ¿Por qué voy a dedicarle tantas horas a un proyecto? ¿Qué voy a recibir a cambio?.

Yo solo sabía que quería generar ingresos para viajar por el mundo. Pero jamás me puse a pensar cuánto quería ganar o cómo iba a hacerlo.

Jamás plantee objetivos medibles que me ayuden a saber si mi proyecto iba encaminado. Jamás propuse estrategias que estén alineadas con ese objetivo.

Escribía por escribir, publicaba por publicar, hacía por hacer. No me detenía a pensar si eso realmente me beneficiaba.

A la larga me di cuenta, que no tener un objetivo específico y una estrategia que persiga ese objetivo hace que hagamos cosas sin sentido y que perdamos tiempo en cosas que no generan ningún beneficio.

Te voy a dar algunos tips para que no te pase lo mismo que a mi.

Antes que nada, te recomiendo que te sientes un rato a pensar con un lápiz y un papel. Que las ideas no queden sólo en la mente.

Escribí tu proyecto. Enmarcalo. Como si tuvieses que presentarle ese proyecto a un inversor para que confíe y te de una ayuda económica.

Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Para qué quiero este proyecto?
  • ¿Qué quiero conseguir?
  • ¿Cuánto quiero ganar? (escribí una cifra real, con números)
  • ¿En cuánto tiempo quiero estar ganando esa cifra?
  • ¿Cómo voy a conseguir ganar dinero para llegar a esa cifra?
  • ¿Cuánto dinero voy a invertir en este proyecto?
  • ¿Hay alguna persona que podría ayudarme con esto?
  • ¿Qué conocimientos me faltan adquirir para este proyecto? (estudiá, formate)
  • ¿En qué nicho de mercado me voy a manejar?
  • ¿Cuál es mi público objetivo?
  • ¿Qué propuesta de valor le voy a dar a mis usuarios? ¿Qué me hace diferente de mi competencia?
  • ¿Cómo quiero ver este proyecto dentro de un año? ¿Y dentro de cinco años?
  • ¿Qué herramientas necesito para llevar adelante este proyecto?

Si ya empezaste tu blog y hay alguna (o todas) de estas preguntas que no te hiciste y las plasmaste en una hoja, ya estas cometiendo un gran error. Volvé para atrás y hacelo.

Una vez que tengas definida la base de tu proyecto, crea un paso a paso de cuáles son las acciones que iras tomando para avanzar hacia tus objetivos.

A mi me sirve mucho poner un objetivo mensual, por ejemplo “llevar 10% más de tráfico a mi sitio web” y plantear metas cortas semanales con acciones que están alineadas con ese objetivo.

Como podría ser, la primer semana del mes duplico mi contenido de Pinterest, la segunda semana lanzo una campaña paga en Facebook Ads, la tercer semana me dedico a contestar preguntas de usuarios en distintos Grupos de Facebook que sean de mi temática dejándoles enlaces a mi blog con material de apoyo y la última semana lanzo un infoproducto digital gratuito y lo publico en todas mis redes sociales.

Cada mes planteo dos o tres objetivos de este tipo y un paso a paso de cómo lo voy a conseguir. Pongo en marcha el plan de acción y voy analizando los resultados para saber si necesito realizar cambios.

2- NO DEFINIR A MI CLIENTE IDEAL

Cuando comencé con mi blog, creía que importaba mucho el número de seguidores y likes en redes sociales.

En aquel momento leí a algunos “pseudo gurús” de Instagram decir que para hacer crecer tu cuenta tenías que seguir a 100 personas cada dos horas.

Algunas de esas personas me devolverían el follow y el número de seguidores se iría abultando. Y cuando tenga miles de seguidores obvio que iba a tener un blog mega exitoso.

¡¿Qué?! Lo leo ahora y no tiene ningún tipo de sentido para mi. En aquel momento, niña inexperta, me parecía super lógico.

Así que así fue. Perdí horas de mi vida siguiendo cuentas en Instagram para que un lastimoso 5% de ellas me devuelvan el follow.

Lo peor de esto, es que la mayoría de las personas que comenzaban a seguirme no eran ese “cliente ideal” interesado en mi contenido, sino que eran otras cuentas de viajeros que no solo no son mi público objetivo, sino que son mi competencia.

Después de algunos cursos de hacder el Máster en Marketing digital y unas cuantas formaciones de Community Management entendí que no sirve de nada tener miles de seguidores si no están interesados en lo que ofrecés. Es preferible tener pocos pero fieles.

Por eso, llegó el día en el que definí mi público objetivo y empecé a crear contenido para ese buyer persona. Y ésto no solo lo apliqué en redes sociales (que es lo que menos me importa ahora), sino que lo apliqué en mi blog que es lo que me trae los ingresos.

Definir a tu público objetivo te hará entender qué tipo de contenido, productos o servicios tienes que crear, de qué manera vas a transmitir tu mensaje e incluso te ayudará a saber en qué redes sociales tienes que estar.

3 – NO DEFINIR UNA IDENTIDAD DE MARCA

Ya se que soy re hincha con esto. Tanto en nuestra comunidad de emprendedores de Facebook como acá me la paso hablando de la importancia de tener una identidad de marca. Debe ser también que ahora trabajo con una diseñadora y eso me mete un poco de presión jajaja. 

Pero es 100% real que tener una identidad visual bien marcada hace que te diferencies del resto de los bloggers de tu mismo nicho.

Que las personas vean una publicación y sin leer el nombre ya sepan que se trata de ti parece poca cosa pero no lo es. 

Yo cambié de colores y logos mil veces, no fui consistente con mi identidad visual. Algunas veces escribía en neutro, otras veces en «argentino». Mis redes sociales eran un cambalache, usaba para cada cosa un diseño y un color distinto.

Mi blog cambió de forma y diseño mil veces.

Por eso te recomiendo, como primera opción, que si tenes algunos pesos para invertir, contrates a alguien para que te diseñe una identidad de marca.

Logos, paleta de colores, tipografías, patrones, moodboard e íconos todo con su respectivo manual de uso.

Piensa que es algo en lo que inviertes una sola vez y ya te queda de por vida. Además lo vas a usar continuamente tanto en tu web como en tus redes sociales.

En caso de que cuentes con poco presupuesto, te recomiendo que por lo menos contrates a alguien para que te diseñe un logo y tu te encargues de elegir tu paleta de colores y tipografía.

En Quiero tener un blog diseñamos identidades de marca y logos por separado. Si quieres delegarnos esa tarea puedes completar el formulario para pedir un presupuesto.

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Llegado el caso de que no puedas invertir ni un centavo, no quedará otra que crear tu propio logo e identidad visual y esperar a recaudar algo de dinero para que un profesional haga el definitivo.

Si vas a crear tu logo puedes leer nuestro posts “Cómo crear un logo perfecto” y «Neuromarketing y logos ¿Cómo impacta tu logotipo en las personas?» para guiarte.

Una vez que tengas tu identidad visual definida, asegúrate de ser consistente con la misma. Es decir, que cada publicación que hagas siga la misma línea estética.

4 – NO INVERTIR

Siempre pensé: «comienzo a trabajar en mi proyecto y a aprender y cuando empiece a ver ganancias invierto en profesionales que me ayuden con la gestión de todo«. 

¡Grave error! Si hubiese invertido desde el inicio, esos resultados que esperaba hubiesen llegado antes y me hubiese estresado una décima de lo que lo hice. Sin contar que las cosas las hubiese hecho mil veces mejor un profesional que alguien que recién empezaba.

Y esto no aplica solo al diseño de la identidad de marca como comentaba en el punto anterior. 

También aplica a la formación.

Yo tenía la idea de que cualquier cosa se puede aprender con videos de YouTube, y la realidad es que si, varias cosas he aprendido de ahí.

Pero hoy en día, cualquiera lee dos artículos de un blog, se crea un canal de YouTube y se autodenomina experto para enseñarte cualquier cosa.

Por eso te recomiendo que busques información en blogs y YouTube, pero que también consideres pagar para formarte con un profesional. 

Esto es un poco lo que me pasó con el tema de los seguidores en Instagram.

Creí que esos pseudo gurús tenían razón en que tenía que seguir 100 personas cada dos horas y cuando pagué para hacer cursos con expertos en gestión de redes sociales y marketing digital entendí que eso no tenía sentido. Y aprendí cosas que no vi jamás en un video de YouTube.

Además de que también adquirí certificaciones que hoy en día me habilitan a trabajar de community manager o de gestora de campañas de marketing digital.

Igual entiendo que al principio, lo más probable es que no cuentes con mucho presupuesto para invertir, pero en el caso de que cuentes con algo de dinero, te recomiendo invertir en:

  • Diseño de identidad visual
  • Formación
  • Publicidad de Facebook Ads y Google Ads tanto para el posicionamiento de marca como para el lanzamiento de productos o servicios.

5 – QUERER ABARCAR MUCHO

Obvio que la emoción era muy fuerte cuando comencé. Pero en ese entonces trabajaba todos los días 8 horas en relación de dependencia y además quería tener un blog, un canal en Youtube, un podcast en Spotify, una cuenta de Instagram activa, una Fan Page en Facebook junto con dos grupos, un perfil de Pinterest para atraer tráfico y un Twitter para publicar ofertas y noticias relacionadas con mi temática.

Y lo peor es que pretendía generar contenido diario para todos esos canales. IM PO SI BLE.

Esto sólo podía resultar en dos cosas: o generaba contenido de mala calidad o no podía sostener la cantidad de trabajo y terminaba dejando todo por la mitad.

Y creo que este punto también va muy de la mano con el punto 1. No sabía hacia dónde tenía que ir. Por eso hacía por hacer.

Cuando entendí que tenía que enfocar mi tiempo y esfuerzo en cosas que me generaran ingresos dejé de perder el tiempo en cosas que no tenían sentido (o al menos no lo tenían para ese proyecto).

Por ejemplo, el podcast de viajes era algo que me gustaba hacer, pero me llevaba muchísimo tiempo y no me generaba ni un centavo. Por eso decidí dejarlo de lado.

Lo mismo pasó con Twitter, donde tenía que estar atenta a las tendencias y a publicar 5 o 6 veces por día. Esto llevaba algunas visitas a mi blog, pero si ese tiempo lo invertía en Pinterest por ejemplo, podría haber llevado tráfico 10 veces más (si, diez veces).

Por eso, definí tu objetivo y estrategia, entendé a tu público objetivo. Analizá en qué canales se encuentra ese cliente ideal y enfócate solo en dos o tres de ellos, no más.

En fin, estos fueron algunos de los errores que más dolores de cabeza me generaron a largo plazo. Te los comparto para que los evites dentro de lo posible. 

¿Consideras que estás cometiendo alguno de estos errores? Te leo en los comentarios.

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